Dinamarca estará en las semifinales tras derrotar a Hungría con muchos más problemas de los que se podía esperar a tenor de los primeros 30 minutos. En el partido de hoy vimos dos versiones muy diferenciadas de los daneses. Una, la de la primera parte, versión con la que parecen invencibles y, otra, la de la segunda parte, con la que parecen un equipo totalmente distinto.
La selección de Ulrich Wilbek llegó hasta estos 1/4 de final sin forzar la máquina. Tan solo Túnez los había puesto en problemas y solo fue durante unos minutos. Y el partido comenzó con el tono habitual de encuentros anteriores, Dinamarca comenzó como una locomotora y arrolló a Hungría . A los 23 minutos ya ganaban 13-5.
La selección de Lajos Mocsai no sabía cómo hacer daño a una Dinamarca que ponía rumbo hacia las semifinales. Sin necesitar a la mejor versión de Mikkel Hansen, la diferencia se fue aumentando hasta situarse en los 7 goles con los que llegaron al descanso (18-11).
Gran culpa del excelente partido de Dinamarca la tuvo el porterazo Niklas Landin, que acabó con un 42%. Números que hicieron inútiles las paradas de Roland Mikler (38%), que se va de este Mundial como uno de los mejores porteros del campeonato.
Tras el descanso Dinamarca salió relajado y lo pudo pagar muy caro. Cuando se dieron cuenta de que el partido aún no se había terminado, Laszlo Nagy (8 goles) y los suyos ya estaban a tres goles tras la disputa de los primeros diez minutos de la segunda parte.
Cuando un equipo desconecta es difícil que recupere la intensidad que tuvo minutos atrás y así ocurrió. Tan solo gracias a las paradas de Landin y a la efectividad de sus extremos, sobre todo Hans Lindberg (10/10), consiguieron salvar los muebles.
El partido peligró de tal manera para Dinamarca que a falta de un minuto, gracias a un gol del capitán magiar Laszlo Nágy, Hungría redujo la diferencia a la mínima expresión. En el siguiente ataque Dinamarca se jugaba el todo por el todo, y cuando parecía que no iban a superar la defensa húngara, la revelación del torneo, el lateral Henrik Mollgaard entró cerrado por el extremo izquierdo y batió a Mikler, dando de esta manera a su selección el pase para las semifinales del Mundial.
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